Un drama hasta hace poco silenciado

Hasta hace poco, demasiado poco tiempo en las facultades de Periodismo se enseñaba que no se debía informar de temas de suicidios, porque algún teórico de la comunicación social había decidido que cada noticia que hacía referencia a que alguien se quitaba la vida provocaba algo parecido a un ‘efecto llamada’ y entonces se iban a producir más suicidios poco menos que por culpa de los periodistas. Por suerte, aunque demasiado tarde, el sentido común también ha llegado a esto y los teóricos de la comunicación han tenido que reconocer que, como pasa con casi todo, ocultar la realidad y ocultar lo que resulta desagradable debajo de las alfombras no es precisamente la solución, sino más bien todo lo contrario. Hoy se celebra el Día Internacional del Suicidio y la verdad es que las cifras asustan, por la cantidad de personas que intentan quitarse la vida, por la cantidad de personas que lo consiguen y, sobre todo, porque la opinión pública hasta hace muy poco tenía un total desconocimiento en torno a todo lo que tiene que ver con este drama, tristemente más cercano de lo que todos imaginamos y contra el que, también, hay luchar.