Europa más cerca

Será una cuestión de proximidad que lo más importante nos suele parece siempre lo más cercano, pero lo cierto es que lo más cercano puede ser lo más urgente, pero pocas veces lo más importante. Se aprecia en el caso de las elecciones europeas, que parece que no van con buena parte de la población. Es algo que se puede entender por el cansancio que produce tanta cita electoral, pero no por ello resta importancia a unos comicios que son trascendentales para el futuro. Los fondos Next Generation, la famosa resiliencia y demás inversiones que han permitido que, pese a que todo es del color del cristal con que se mire, la economía española ha salido de la pandemia mucho más fuerte de lo que entró en ella, pero ni siquiera por eso se puede trasladar a la población la importancia de las elecciones europeas, como si lo único que nos importara de ella es el reflejo que puedan tener para medir la temperatura política de España, que como todo el mundo sabe es elevada, a veces febrícula y a veces fiebre con todas las letras. Por eso, los partidos tienen por delante una tarea muy complicada a lo largo de las próxima semanas: convencer de la importancia y, además, de que les voten.