Un éxito a la larga

El Ayuntamiento de León ha decidido reurbanizar y hacer peatonal también la calle Fuero, algo que resulta ciertamente lógico después de que hayan concluido las obras en Gil y Carrasco, Alfonso V y San Agustín, que en principio iban a ser para habilitar una plataforma única con calmado del tráfico (con limitación de 10 kilómetros por hora), pero que finalmente se han convertido en vías peatonales al estilo del casco histórico y del entorno de Ordoño. Al margen de la razonable queja del comercio y de muchos conductores por la escasez de plazas de aparcamiento (urge que la Diputación agilice el de Santa Nonia, ahora que ha quedado claro que se encargará de gestionar su ejecución), la mejor prueba de que peatonalizar es siempre un éxito a la larga es que los leoneses recuerdan cuando los coches pasaban por la calle Ancha o el entorno de la Catedral como si fuera la prehistoria, pero en realidad no han pasado ni siquiera tres décadas. Y lo mismo piensa la mayoría de los leoneses de Ordoño pese a que en este caso estamos hablando de cuatro años. Peatonalizar todo el entorno de la principal arteria de la ciudad es algo positivo, ya que casi todas las calles adyacentes ya son peatonales y las que no lo son han visto reducido sus niveles de tráfico. Por eso León no podía dejar pasar la baza de los fondos europeos para ejecutar estas obras. Es una buena idea, pero urge buscar de nuevas alternativas de aparcamiento para evitar que el pequeño comercio se resienta viendo cómo sus clientes se van a las afueras para poder dejar el coche.