Lo de Feve no da más de sí

Lo de Feve no da más de sí. No porque nos vayamos a rendir desde estas líneas, desde las que tantas veces hemos denunciado el despropósito que ha supuesto el proyecto de integración urbanística de la línea en su acceso hasta el centro de la ciudad de León, sino porque ya no caben más excusas –o incluso mentiras– como las que llevamos escuchando durante más de trece años. Ya está bien. Los máximos responsables del Ministerio de Transportes deben recibir a los miembros de la plataforma cuando se manifiesten a sus puertas en mayo para decirles que el tren-tranvía va a llegar y anunciarles plazos concretos. Los usuarios lo merecen después de tanta espera. En todo caso, si no quieren culminar el proyecto, al menos deben vestirse por los pies –al contrario de lo que han hecho todos sus antecesores, tanto socialistas como populares– y decir claramente que el tren-tranvía nunca llegará a la estación de Padre Isla. Sería al menos un acto de decencia política ante la gente del área metropolitana y de la montaña de León, que transmite la sensación de que empieza a conformarse con que les hablen claro y no les tomen por idiotas. Hacia adelante o hacia atrás, pero lo de Feve ya no da más de sí.