Los presupuestos de la Junta de Castilla y León se prorrogan una vez más, y ya son cinco en los últimos seis años. Se trata de una mala noticia de la que, una vez publicada, todos quieren huir de alguna manera, para venderlo como un fracaso de los demás. Aunque lo parezca, aunque así lo quiera vender el PSOE, no es sólo un fracaso de Alfonso Fernández Mañueco, aunque sea el principal responsable al asumir la presidencia de la institución autonómica, sino el fracaso de la política en general, al menos de la política que se lleva a cabo en las Cortes y que, desde hace demasiado tiempo, deja mucho que desear en todos los sentidos: en falta de criterio, en la falta de formas demasiado a menudo, en la falta de interés por el residente en alguna de estas nuevas provincia, algo que contrasta con la sumisión con la que todos los partidos, excepto UPL por motivos obvios, utilizan el parlamento autonómico para cumplir las órdenes que les llegan desde las direcciones nacionales de sus partidos.Ahora las inversiones quedan en el aire y habrá que estar atento al discurso de Mañueco cuando, previsiblemente, en Madrid pase exactamente lo mismo que en Valladolid.
Fracaso de la política autonómica
PP, PSOE, Vox y Podemos han utilizado el parlamento autonómico más para cumplir las órdenes de las direcciones nacionales de sus partidos que para mirar por el interés de los habitantes de esta comunidad
27/12/2024
Actualizado a
27/12/2024
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