Fue sin lugar a dudas uno de los escasísimos efectos positivos que nos dejó la pandemia de coronavirus, aunque parece que la fragilidad de nuestra memoria hace que nos estemos olvidando. El confinamiento y las largas jornadas encerrados en casa hicieron que la sociedad tomase conciencia de la importancia de la salud mental, que hasta entonces era prácticamente un tema tabú, como ocurría en el caso de los suicidios, de los que no se informaba en los medios de comunicación para evitar un supuesto efecto llamada. Los expertos creen que ahora eso ha cambiado, pero no se puede informar de cualquier manera, se trata de informar con el objetivo de prevenir, el mismo motivo por el que se estaban silenciando. Sin embargo, como decíamos al inicio, parece que todo se nos olvida y hoy conocemos que la espera a la hora de ir a una primera consulta en salud mental supera los seis meses. No es la primera vez que escuchamos reivindicaciones en este sentido, puesto que faltan más profesionales en la sanidad pública a raíz del incremento que se produjo tras la pandemia, esa que está tan cercana y a la vez tan lejana en el tiempo y en nuestra memoria.
La fragilidad de la memoria
Uno de los escasísimos efectos positivos que nos dejó la pandemia fue la concienciación sobre la importancia de la salud mental, pero parece que lo hemos olvidado rápido y siguen faltando profesionales
13/07/2024
Actualizado a
13/07/2024
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