Es habitual que las encuestas que se elaboran sobre las aspiraciones laborales de los jóvenes reflejen que cuatro de cada diez eligen su formación superior pensando en opositar y acceder a un empleo público en el futuro. Poco o nada hay que objetar, puesto que los servicios deben mantenerse e incluso hay muchos, como los sanitarios, que están padeciendo falta de profesionales y eso nos acaba afectando a todos. Pero todo puede ser empleo público. León necesita reforzar su tejido productivo con más empresas que sean capaces de atraer a los jóvenes hasta el punto de que no tengan que hacer la maleta, ya sea porque saquen una plaza de empleo público o encuentren un puesto de trabajo fuera. Pero es complicado que lleguen grandes empresas y cobra especial relevancia la figura de los emprendedores, de quienes se arriesgan y montan su negocio o su empresa, aunque sea pequeña. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. Es necesario poner en valor su esfuerzo, como han hecho este fin de semana en Villaquilambre con sus emprendedoras. Necesitamos de su valentía para ganar tejido productivo y dejar de ser una provincia con sobredosis de funcionarios y jubilados.
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