Estamos en una época en la que se aprueban en casi todas las instituciones, en las que hay acuerdos o mayorías, los presupuestos que entrarán en vigor el año próximo. En el caso de la Diputación de León, el tema del presupuesto es recurrente porque se presume, desde hace varios años, de alcanzar una cifra récord, de añadir los remanentes al global... como si eso no fuera, en realidad, más que una demostración del fracaso en la gestión. El fracaso no es sólo del actual equipo de Gobierno formado por el PP y UPL, aunque obviamente es al que le toca asumir responsabilidades, sino que también es responsabilidad del PP: por los años que gobernó y porque votó a favor de las cuentas que presentaron leonesistas y socialistas, aunque luego vinieran con matices a destiempo que debían haber incluido en las enmiendas. Eso no quita para que los populares estén cargados de razón en su reciente crítica de que sólo se han llevado a cabo el 16 % de las inversiones anunciadas. En cualquier caso, se juntan varios factores que determinan el fracaso en la gestión de la que debería ser el motor de la provincia, factores que tienen que ver con la falta de actitud política y el empoderamiento de algunos altos funcionarios. Nada nuevo bajo el sol, pero los pueblos de León cada vez dan más bocanadas...
Hinchar el presupuesto, mejorar la inversión
Anunciar unas cuentas récord no es más que una forma de reconocer el fracaso de la gestión desde hace demasiados años en Diputación
20/12/2024
Actualizado a
20/12/2024
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