El pasado lunes, un cayuco fue localizado a 500 kilómetros de El Hierro. En él viajaban 17 cadáveres y tres supervivientes. La noticia, por más que tristemente nos resulte repetida, tiene una importancia obvia y debería tener un interés informativo descomunal, aunque se ha perdido en la maraña de acusaciones políticas del circo de la campaña electoral madrileña y los delirios de grandeza de los magnates del fútbol. El motivo es muy sencillo: no existen imágenes del hallazgo, ni del desembarco de los cadáveres ni del traslado de los supervivientes a los hospitales. El ejemplo debe servir para destacar la importancia del fotoperiodismo, su necesaria presencia, y debería también servir para respuesta para aquellos que se preguntan qué hacían en Burkina Faso los dos periodistas españoles que fueron secuestrados y asesinados. Se llamaban Roberto Fraile y David Beriáin y se han dejado la vida tratando de contar lo que pasa en ese ángulo muerto del planeta que, ya antes de la pandemia, parece no importarle a nadie. Sólo a través de un trabajo como el suyo se pueden cambiar determinadas injusticia. Vaya desde aquí nuestro homenaje.
Imágenes
El asesinato de dos periodistas españoles en Burkina Faso pone de manifiesto la importancia de informar sobre un rincón del planeta que parece no importarle a nadie
28/04/2021
Actualizado a
28/04/2021
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