Motivos hay, desilusión también

Vuelven a mostrar su valentía los sindicatos leoneses (vuelven a mostrar, de paso, una unidad sin demasiados precedentes) para intentar sacar a los leoneses a la calle el próximo 10 de noviembre. El motivo, si es que hiciera falta solo uno, es «por su futuro», aunque previsiblemente la protesta se volverá a llenar de mensajes en el que cada cual pregunta por lo suyo y, al final, se termina distorsionando el verdadero motivo de la convocatoria. El éxito de anteriores convocatorias, las cifras hinchadas, pueden jugar en contra de los intereses de los sindicatos, que como empezábamos diciendo muestran su valentía con una nueva convocatoria de manifestación porque también podrían fracasar, lo que a ojos de la opinión pública podría entenderse como debilidad. Pero lo cierto es que la convocatoria resulta acertada, porque todos los motivos que han llevado a miles de leoneses a salir a las calles para gritar que exigen soluciones a su cada vez más preocupante futuro siguen estando ahí, exactamente donde estaban, porque en nada hemos mejorado y, si acaso, habría todavía más motivos, porque por el medio hemos tenido que escuchar más mentiras. Por ejemplo y sin ir más lejos: ¿Qué fue de la Mesa por León?