Pasarse la pelota

La megalítica estructura administrativa que trajeron consigo la llegada de la democracia y el posterior despliegue del mapa de las autonómico está muy lejos aún de alcanzar los niveles de eficiencia necesarios para resolver los problemas de los ciudadanos a los que a priori tienen que servir. El enredo de competencias entre los diferentes niveles de esa estructura aparece plasmado en dos de las noticias que hoy publica este periódico. Este jueves se celebran elecciones en la Universidad de León, que debe elegir entre dos candidatas y un candidato para relevar a Juan Francisco García Marín y mantener la reivindicación de la Facultad de Medicina. Supondría sin duda un espaldarazo para la institución académica, que ya cuenta con un importante potencial en la rama sanitaria, pero no parece sencillo que la Junta decida ponerla en marcha. En primer lugar, porque también la quieren otras provincias y eso suele llevar a que todo se quede como está. Y en segundo lugar, porque no falta quien piensa que la escasez de profesionales de la sanidad no se debe a que haya pocas facultades, sino pocas plazas MIR convocadas en este caso por el Gobierno de España. Y ya tenemos el debate servido para que unos se pasen la pelota a los otros. Y exactamente eso es lo que pasa también con el estado de los colegios públicos, sobre los que el Ayuntamiento de León y la Junta llevan años discutiendo sobre quién tiene la competencia y dejando claro que unos por otros, la casa sin barrer.