Un proyecto ambicioso, una solución práctica

No es lo anunciado, lo prometido, pero a diferencia de todo lo anterior, este proyecto es real. Realizable, sobre todo. El entorno de la vieja azucarera de Santa Elvira se ha convertido en otro espacio para el debate político pero ahora, por suerte, se convertirá en un espacio para el ciudadano. Para la convivencia. Para la cultura, cada vez más amplia y variada en esta ciudad. El proyecto del Palacio de Congresos era, visto desde la actualidad, demasiado ambicioso, o al menos esa es la conclusión que han sacado nuestros responsables municipales, después de lo que ha costado, en tiempo y en esfuerzo para el contribuyente, hacerlo realidad aunque quedase pendiente la otra mitad. Esa mitad es la que ahora se tramita de forma sorprendentemente rápida, sin trabas administrativas, después de lo mucho que ha costado sacar otras iniciativas adelante. No se debe ‘vender’ como que León renuncia a un Palacio de Congresos, porque espacio para los congresos habrá, así como nuevos espacios para el encuentro y la cultura y, en cualquier caso, lo que resulta obvio es que después de haber sido tan ambicioso ahora nos hemos vuelto más realistas.