A mediados de julio, aunque le sorprenda a algún gabinete de prensa de los que creen que el mundo empezó cuando ellos llegaron al cargo, se suele publicar siempre el listado actualizado de las listas de espera para una operación quirúrgica en todas las provincias de Castilla y León. Ayer la consejería lo hizo y de los datos se concluye que se situó en 100 días al cierre del segundo trimestre, lo que supone tres menos que hace un año, cuando era de 103. En el caso de León, tanto en el Hospital del Bierzo como en el de la capital, es notablemente superior (117 y 138 respectivamente). El consejero se felicitaba porque la lista de espera cerró junio con 30.038 pacientes, 4.131 menos que hace un año, cuando era de 34.169, lo que equivale a una rebaja del 12,08 por ciento. Sin embargo, como suele pasar siempre con las cifras que aporta la administración, hay trampa: en los últimos meses se ha regado a la sanidad privada con millonarias subvenciones para que esa lista baje antes de anunciar el balance. Los beneficiados son los de siempre; los perjudicados, también. Y el destino de nuestra sanidad pública resulta cada vez mas evidente.
Reducir listas de espera sí, pero ¿a qué coste?
La sanidad privada recibe millonarias subvenciones para que baje el tiempo que los pacientes tienen que estar esperando por una intervención quirúrgica, y el trato no es siempre el deseado
20/07/2024
Actualizado a
20/07/2024
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