Regular o recaudar en Las Médulas

Todo tiene una cara y su cruz, pero la gestión de Las Médulas ha sido un viacrucis que nunca acaba. Piden una Planificación de Gestión integral pero, mientras llega, Borrenes protagoniza su propio plan, cobrar por aparcar cerca

11/05/2024
 Actualizado a 11/05/2024

Un Plan de Gestión. Es lo que claman Las Médulas desde hace tantos años que se van equiparando a los que los romanos vivieron removiendo la tierra berciana herida para sangrar su oro. Los viejos zorros han visto pasar por los picachos colorados a consejeros, a ministros, a delegados de la Unesco, a arqueólogos, a alcaldes, a técnicos y a turistas. Todos se han ido enmudecidos por la belleza del paisaje de un Patrimonio de la Humanidad, en ocasiones humillado, las que más, olvidado. Plan de Gestión y unidad han sido las dos peticiones ancestrales de una zona que sabe que tiene un diamante en bruto que no le dejan pulir. Y Borrenes siempre camina un poco de lado, desmarcándose de esa necesidad y tomando sus propias medidas de gestión. No le valen las de todos, porque eso de ‘todos’ le parece poco selectivo. Y tampoco le vale la espera, algo que sí une el sentimiento de los que tienen algo que decir en alto sobre la mina de oro. 

Ahora Borrenes levanta la mano aprobando el pago por aparcar cerca de Las Médulas. Un método de regular y, apurando la frenada, hasta de crear empleo, pero tal vez también una fórmula de recaudar. Si la ORA la han vendido como una forma de control, y no de meter la mano en el bolsillo, la medida está justificada. Pero quedaría la segunda parte, que en ninguno de los dos casos, ni ORA ni pago, se aclara: la suma que va engordando, dónde acaba.

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