Seguridad compartida en las rotondas

Las administraciones tienen el deber de garantizar infraestructuras bien diseñadas y mantenidas, pero es fundamental que los conductores respeten las normas y adopten una actitud responsable

28/02/2025
 Actualizado a 28/02/2025

Las rotondas, concebidas para agilizar el tráfico y reducir accidentes, se han convertido en puntos críticos de siniestralidad en muchas ciudades. El problema no radica solo en la imprudencia de los conductores, sino también en el diseño y mantenimiento de estas infraestructuras, factores que exigen una responsabilidad compartida entre usuarios y autoridades. Uno de los principales riesgos es la falta de claridad en la señalización. Señales confusas, mal ubicadas o desgastadas pueden generar dudas y maniobras erráticas. Asimismo, la visibilidad en algunos accesos es deficiente, dificultando la reacción de los conductores. La ausencia de un diseño homogéneo en las rotondas agrava la situación, ya que muchas presentan variaciones en carriles, ángulos de entrada o prioridades poco intuitivas. Sin embargo, la seguridad vial también depende del comportamiento de los conductores. Excesos de velocidad, cambios bruscos de carril o desconocimiento de las normas básicas de circulación en glorietas incrementan el riesgo de colisiones. Las administraciones tienen el deber de garantizar infraestructuras bien diseñadas y mantenidas, pero es fundamental que los conductores respeten las normas y adopten una actitud responsable.

Lo más leído