Sobran diagnósticos, faltan tratamientos

Si algo ha cambiado tras la manifestación del 16-F es que la Junta de Castilla y León reconoce, aunque sea de forma implícita, la situación ciertamente catastrófica que atraviesa la provincia de León, sobre todo, en lo social y en lo económico. El problema es el tratamiento a aplicar. Representantes de la Junta y de los sindicatos se reunieron ayer en León después de haberse hecho una foto la semana pasada en Valladolid con el presidente Mañueco. Sobre la mesa, la situación de la provincia leonesa para la que, tras el mencionado reconocimiento por parte de la Junta, no parece la mejor idea recuperar el documento que sirvió como hoja de ruta de la Mesa por León. Nada de lo que pasó con la Mesa por León puede servir para nada, así de sencillo. Fue una de las mayores tomaduras de pelo que hemos sufrido los leoneses, y estamos tristemente acostumbrados a que nos tomen el pelo. Aquella hoja de ruta se planteaba como horizonte a diez años el 2030, es decir, ya han pasado cinco durante los que han cambiado muchísimos las cosas, así que nada de que reflejaba aquel documento puede servir para algo útil: el diagnóstico de León está muy claro, el tratamiento pasa por realizar más inversiones. No hay mucho más.