Teleclubs

No parece haber tenido demasiado éxito el programa puesto en marcha por el anterior equipo de gobierno de la Diputación Provincial para dar ayudas a quien mantuviera abierto el teleclub de los pueblos. Y eso que era una de las mejores iniciativas que se les ocurrieron y una de las pocas que fueron capaces de hacer realidad. No parece haber tenido demasiado éxito porque son infinidad los pueblos en los que en estas fechas están buscando alguien que regente el bar, aunque solo sea para los meses de verano, porque sabido es que cuando se cierra una escuela se da la sentencia de muerte a un pueblo pero, cuando se cierra el último bar, se puede decir que se ha consumado esa muerte. Las ayudas están bien pero no parecen suficientes, y además generan desigualdades porque a todos los hosteleros del medio rural les gustaría disfrutar de ese estatus que permite pagar menos impuestos y pedir ayuda al ayuntamiento o la junta vecinal de turno para pagar la luz y el resto de facturas que suelen asfixiar a quien tiene la valentía de ponerse detrás de una barra en un pueblo. Lo que sea menos que acaben teniendo razón los que opinan que no hay gente con ganas de trabajar.