El tiempo, el mejor examen a la promesa

Nadie antes en democracia había sacado de su fortaleza de Madrid un Consejo de Ministros a León. Lo hizo un 23 de julio de 2004 José Luis Rodríguez Zapatero en lo que ya de por sí era un gesto de compromiso con su tierra que cuanto menos servía para creer en que aquello podía dar un volantazo al olvido de esta tierra. Hoy, 20 años después, los problemas que se ponían encima de aquella mesa del Parador de San Marcos, siguen siendo más o menos los mismos, si bien es cierto que algunos de los proyectos que entonces se comprometieron han servido para dinamizar la provincia. El ejemplo más claro, un entonces Inteco, ahora Incibe, en torno al que se han creado 8.000 empleos. Otros llegaron tarde, como el AVE; a medias, como el Aeropuerto de León; o simplemente no llegaron o no tuvieron el impacto que se prometía como la alta velocidad al Bierzo, la autovía León - Valladolid o la integración de Feve en la capital. Seguro habrá quienes crean que Zapatero hizo mucho por León y quienes crean que hizo poco, pero la mejor forma de evaluarlo es comparándolo con sus sucesores, independientemente del color. Y ahí es difícil perder.