El Gobierno lleva tres años sin tener un plan para integrar el AVE en la ciudad de León. Es cierto que ha dado un fuerte impulso a las obras para lograr que la alta velocidad ferroviaria llegue a la capital en los primeros meses del año que viene, pero eso no ha venido acompañado por un nuevo diseño para dar solución al fondo de saco. El Ministerio de Fomento se limitó a desechar el proyecto de la etapa de Zapatero, pero no ha ofrecido alternativa alguna cuando sólo queda un año de mandato.
Por inviable que sea el diseño anterior y por muy graves que hayan sido las dificultades económicas con las que se ha encontrado la ministra Pastor, León no se merece estar tres años padeciendo interrogantes y declaraciones enigmáticas en relación a una infraestructura vital para su desarrollo y para sus comunicaciones. Tener un plan resultaba vital para que los leoneses supieran a qué atenerse, con independencia de cómo y cuándo se pudiera llevar a efecto, puesto que en los plazos sí sería normal que influyesen las delicadas circunstancias económicas.
León sale hoy a la calle de la mano de la Cumbre Social para exigir mayor claridad sobre el futuro de sus importantes proyectos ferroviarios y para saber qué va a hacer el Gobierno con el fin de que el AVE salga de la ciudad «por donde toda la vida».