El vértigo de mirar hacia atrás en los regadíos

Las inversiones que llegan a esta provincia siempre son motivo de celebración, aunque sean escasa y lleguen demasiado tarde. Es algo así lo que ocurre con los regadíos, concretamente con el desarrollo de la modernización de Los Payuelos, de la que hoy mismo tenemos que celebrar que, según anunció ayer Luis Planes en el Hostal, el Consejo de Ministro aprobará una inversión de 12,5 millones de euros para modernizar 2.500 hectáreas que pertenecen a 200 regantes, que a su vez tendrán que hacer un desembolso para asumir su parte de los cuantiosos gastos que suponen las obras de estas características. Con todo ello, se puede decir que se completará el séptimo de los subsectores del canal de Payuelos, pero da un poco de vértigo mirar hacia delante y ver que quedan al menos otros cinco por desarrollar y, sobre todo, lo que da vértigo es mirar hacia atrás y comprobar que han pasado ya casi cuarenta años desde que se puso en funcionamiento el pantano de Riaño con la promesa de que arruinaba el valle más hermoso y rico de la provincia para generar riqueza y esperanza en el sur de la provincia. Más que cifras. Más que incumplimientos.