En las últimas semanas se ha hablado mucho de la vuelta al cole, de los niños de infantil, de las aglomeraciones de padres a la puerta de los centros educativos, de los institutos y de los jóvenes de segundo de Bachillerato que este año han de enfrentarse, al igual que sucedió en el último trimestre a los de una promoción anterior, a la temida selectividad en unas circunstancias un tanto peculiares. Sin embargo, he visto muy pocas noticias acerca de aquellos que vamos a la Universidad, como si se diera por hecho que, al ser mayores de edad, nuestra posición como estudiantes es mucho menos relevante.
Las universidades, hablando de ellas en conjunto y a conciencia de que no se trata unicamente de la mía, parecen no haber entendido que los días tienen veinticuatro horas y que no podemos dedicar catorce o quince de ellas a los estudios. Sé que es lógico que hemos de realizar trabajo autónomo en nuestras casas, pero sigo sin verle el sentido a estar, como me sucede los lunes, durante nueve horas seguidas frente al ordenador recibiendo clases ‘online’, cierto es que con alguna hora ‘libre’ (entrecomillado porque se suelen utilizar para hacer apuntes o trabajos) entre medias, para, posteriormente, seguir estudiando durante tres o cuatro horas más. Asimismo, tampoco entienden, aunque parezca evidente, que no tenemos superpoderes y que no podemos duplicarnos y estar en dos clases que se solapan a la vez o teletransportarnos y acudir a una clase ‘online’, la cual estamos prácticamente obligados a recibir desde casa, y pocos minutos después de su fin a otra presencial sin perder nada del temario. Supongo que, para la mayoría de personas, es más que lógico que, o vives en el barrio en que se encuentra el centro educativo o es físicamente imposible recibir ambas clases al completo, pero las universidades aún no se han dado cuenta.
En definitiva, la vuelta a la Universidad, y más especialmente en su modalidad ‘online’, apodada ‘telecole’ a modo de broma por numerosos tuiteros, está siendo bastante desastrosa este nuevo curso y, sin duda alguna, la realidad dista mucho de esa perfección que pretenden, sin éxito, aparentar.
![lidia-colinas.jpg lidia-colinas.jpg](https://www.lanuevacronica.com/uploads/s1/90/42/7/lidia-colinas.jpeg)
El engaño del ‘telecole’
27/09/2020
Actualizado a
27/09/2020
Comentarios
Guardar
Lo más leído