Creo que nunca había dado lugar el sorteo de un calendario a tantas especulaciones y creación de guiones en la cabeza de los aficionados como el que esta semana ha emparejado a Cultural y Ponferradina en la penúltima jornada de liga.
Los derbis van a ser especiales independientemente de cuándo se celebren, pero ese tiene todos los ingredientes para ser uno de los mejores de toda la historia. Sólo recuerdo en el pasado reciente uno en jornadas finales de liga, pero si bien la Cultural llegó jugándose la salvación la Ponferradina ya no tenía nada en juego (he de decir que mi cerebro, en una decisión que le aplaudo que hay cosas que es mejor olvidar, no me trajo a la mente que era porque ya era campeón y los leoneses le hicieron el pasillo, algo que ‘amablemente’ me recordó estos días un aficionado berciano).
Pero este año, con las ambiciosas plantillas que han hecho ambos conjuntos, a los que todas las quinielas sobre la categoría de cualquier punto del país sitúan en la pelea por el ‘playoff’ de ascenso, se puede vivir una situación nunca vista a nivel futbolístico en la provincia.
Si eres aficionado, da igual el grado de fidelidad, de Cultural o Ponferradina, apunta el fin de semana del 17 y 18 de mayo de 2025 en rojo en el calendario y no hagas planes. Si no te gusta el fútbol, prepárate para aguantar una turra considerable de la que puedes acabar harto.
Debo reconocer que, desde el mismo momento de conocer el sorteo, me he imaginado lo que sería que la Cultural ascendiera a Segunda... en El Toralín. Y a ver, ojalá no porque quedaran muchas mejores celebraciones, pero se me antoja complicado que no acabara siendo uno de los ¿3? momentos deportivos de una vida. Claro, que antes de pensarlo, ya me llegó un mensaje de un buen amigo y excompañero preguntando cómo iba a vivir lo de que la Ponferradina ascendiera justo ganando en ese partido a la Cultural (a ver, por la cabeza se me había pasado esa opción ya, o la de que le dejaran en tierras bercianas sin ‘playoff’, no deja de ser algo muy nuestro).
En cualquier caso, no deja de quedar muchísimo camino por recorrer por delante antes de llegar a ese punto. ¿Puede acabar el año en desilusión? Es obvio, en acabar llevándonos chascos tenemos callo cerca del Reino de León. Pero la pinta, a cada movimiento que se realiza, no puede ser mejor.
Será una plantilla muy corta, sí, y quizá lo pagues. Pero yo, cuando tienes que competir con menor capacidad económica que otros, prefiero sacrificar cantidad a calidad. Y que a nadie se le olvide que el único ascenso a Segunda reciente fue rotando entre apenas 14 jugadores...