La pasada navidad mi hijo Dimas realizó una encuesta muy directa entre los amigos y allegados, que consistía básicamente en preguntar al receptor si se inclinaba más por los Reyes Magos o por el Papa Noel ése, también llamado ‘Santa’. Nuestra sorpresa no fue que el ‘Santa’ tuviera muchos seguidores, que lo comprenderíamos perfectamente ya que hay mucho traidor que chaquetea, lo que verdaderamente nos llamó la atención fue el gran número de encuestados que nos dijo aquello de: «En navidad un detallín y en reyes lo gordo».
De sobra es sabido que no se puede ser de los dos, al igual que no se puede ser del Sevilla y del Betis.
Me sorprendió que al alcalde Díez equiparase al amigo del Rudolph con los tres Magos cuando autorizó a través de un Bando su entrada en el viejo reino, pero bueno, imagino que tampoco era plan de chafar unas fiestas que se presentaban íntimas y aburridas, llenas derestricciones. Aunque al final, por lo visto, para algunos ni fueron tristes ni aburridas; los que mandan soltaron un poco el cinturón y la tercera ola ya está aquí.
Una tercera ola que coincide en el tiempo, con la administración de lasvacunas, especialmente con las de aquellos caraduras que utilizando su cargo y su posición se han vacunado por su cara bonita.
Un consejero de Murcia ha tenido que dimitir por cretino, porque estarán de acuerdo conmigo en que no hay otro motivo con más peso que la idiotez, del asunto y del personaje. El alcalde, dos concejales y el cura de Villavicencio de los Caballeros, quese colaron en una residencia para que les vacunaran, y tantos y tantos pillatígres que aún no han dimitido.
Todos estos bandidos, además de ser unos jetas, tienen en común varias cosas: Están tan metidos en el personaje que se creen que los demás somos unos auténticos memos. Y una vez vacunados, se atreven a poner en duda la vacuna. Que si se sienten conejillos de indias, que si les obligaron porque no lo tenían claro, o el mejor, el ‘fenómeno’ de Ceuta, que con voz quebrada, dijo aquello de: «Yo no quería vacunarme, pero me lo pidieron los técnicos», «si yo no me vacunaba, ellos tampoco se vacunaban».
La noche de reyes además de regalos puede traer una sanción administrativa. Hay que ser muy bravo y osado para multar a sus majestades, los únicos que por unas horas nos hicieron soñar y olvidar toda esta mierda del Covid. Ver a los Reyes pasar desde la ventana como lo vivió Dimas y otros tantos niños, después de un año tan duro, no puede ser causa de multa jamás, a no ser que seas de ‘Santa’ y entonces, ya saben la solución: «rebelión cívica».
El tiempo entre vacunas
23/01/2021
Actualizado a
23/01/2021
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