Empresarios

Cuando hacemos algún tipo de celebración siempre solemos reunirnos con amigos, o al menos con gente con la que nos sentimos confortablemente a gusto. Hace unos días, los empresarios leoneses, agrupados en torno a una federación, celebraron sus primeros cuarenta años como tal agrupación, y lo hicieron por todo lo alto, como corresponde a una federación empresarial tan relevante. Al evento asistieron políticos y dirigentes de altos vuelos, representantes de los medios de comunicación y periodistas agradecidos, personalidades de distinto pelaje a los que les gusta aparentar una relevancia de la que carecen. Uno de los expresidentes de esta federación se explayó hablando de como a lo largo de su mandato se reunió con presidentes del gobierno, tanto nacionales, como regionales y provinciales, con miembros de la casa real (no sabía que eso fuera de interés empresarial), con políticos de todo el arco parlamentario, pero sobre todo con los escorados a estribor, es decir ensalzó su propia labor a la hora de mantener relaciones con el poder. Tanto en el acto de celebración, como en las declaraciones realizadas, llama poderosamente la atención la falta de los representantes de aquellos que dan sentido al sector empresarial, y que no es otro que el mundo de los trabajadores. Pareciera que un empresario, cualquier empresario, o su federación, cualquier federación o agrupación empresarial, no tuviera necesidad de reunirse con los dirigentes del sector sindical al más alto nivel, desde el europeo hasta el local de menor rango. El empresario lo es y tiene verdaderamente sentido si genera trabajo y empleos, o lo que es lo mismo, si establece relación con los trabajadores. Supongo que así lo hacen, no les queda otro remedio. Cosa bien diferente es invitarlos a un acto de celebración festiva. Hay gente con la que uno se ve obligado a relacionarse en el mundo laboral, pero con los que nunca compartirías un día festivo. Pues eso. Estos empresarios, en fiestas, con todos menos con nosotros.