Alfonso Martínez color

En 'Algún Lugar'

05/12/2024
 Actualizado a 05/12/2024
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Ha pasado casi un cuarto de siglo, pero parece que fuese ahora mismo. Más pelo, menos panza, fiestas hasta altas horas de la madrugada, eternas partidas de mus mientras los pocillos de café y los vasos de tubo con hielo y luquete se iban acumulando vacíos sobre la carpeta que tendría que haber llevado a clase debajo del brazo si los compañeros del colegio mayor no me hubieran enredado…

Todas aquellas aventuras de cuando éramos felices y en realidad no lo sabíamos ocurrían en 'Algún Lugar'. Puede pensar usted, avezado lector, que es de perogrullo, que en algún lugar tenían que ocurrir tan magnos acontecimientos festivos. Pero es que 'Algún Lugar' era el nombre del bar en el que pasábamos media vida los colegiales del Menéndez Pelayo.

Allí desayunábamos los que 'estudiábamos' de tarde, allí tomábamos el vermú a mediodía y allí nos batíamos en duelo a base de envites y órdagos nada más comer para desesperación de Alicia, que nos mandaba hacer los cafés si llegábamos antes de que ella hubiese dado buena cuenta del contenido de su táper. Y 'En algún lugar' era la primera canción que poníamos al entrar detrás de la barra en un ordenador que hacía que los cedés empezasen a ser ya una antigualla. Pensaba entonces que aquel utópico lugar al que cantaba Duncan Dhu era esta nuestra vieja y maltrecha piel de toro. Tonterías de un joven que estaba ilusionado con el periodismo, con la política –e incluso con la vida– y que rápido vio que en realidad era un iluso.

El cada vez menos noble arte de juntar letras era de aquella contar lo que pasaba, pero ahora nos dedicamos a contar lo que nos dicen que ha pasado. Y ello supone cercenar directamente la quintaesencia de nuestro oficio, pero la cosa se agrava si quienes nos dicen lo que ha pasado para que lo contemos se dedican a la política, que está aún más prostituida. No hay más que ver el aquelarre socialista del pasado fin de semana, con ovaciones a la corrupción como si hubiese trincones buenos y malos o jueces buenos y malos, como si el trinque no les fuese a pasar factura como se la acabó pasando a sus antecesores en dependencias monclovitas.

Nos salva que al menos han puesto a un paisano del terruño a las faldas del presidente aviador para sacarnos del pozo económico y demográfico en el que nos estamos ahogando. Porque no creo que a nadie se le ocurra pensar que Cendón vaya a sumarse a la lista de quienes han medrado a costa de León sin trabajar para que León medre. No creo que a nadie se le ocurra pensar que trató de ocultar la enmienda leonesista para no incomodar al aparato de Ferraz. Y no creo que a nadie se le ocurra pensar que, cuando el PSOE gobierna, a León le va mal, por lo que sólo ha de cambiar el color de la Junta para que sus proyectos salgan adelante a marchas forzadas como han salido los del Gobierno tras los retales chapuceros de Rajoy.

Por cierto, 'Algún Lugar' estaba en Valladolid.

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