01/07/2015
 Actualizado a 10/09/2019
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Medecía ayer Jesús Coca que escribiera de la Cultural, que «está muy entretenida», aunque mejor sea que no toque a un club que está intentando salir de un atolladero que el equipo de mi ciudad natal, Salamanca, no pudo o no supo evitar. Pero quizá sí debería tratar algo que mi compañero de Deportes bien conoce, como buen pupilo de Alfonso Martínez, maestro de este asunto: las orquestas. Porque en estas fiestas que ya han acabado, la música en directo ha sido uno de los indudables atractivos que mantiene el programa pese a que ya están lejanos los años en los que venían a León grandes estrellas de la música nacional e incluso internacional. Sí, en esos años en los que Dover también llenaba plazas y estadios y ahora lo hace porque la inercia obliga a acudir a la Plaza Mayor el día de San Juan. De forma callada, pero visible, todos los días había grandes o pequeños conciertos en localizaciones diferentes, como el deLos Coronas, que en San Marcelo unió una vez más al cantante de Muse con su padre. Es una ecuación tan vieja que no por ello deja de ser exitosa:música en directo (de calidad a ser posible) atrae a gente, la gente anima la noche leonesa, y la noche leonesa ya parece otra cosa diferente a los días sin fiestas. Ahora sólo falta que se den cuenta de que también tienen éxito iniciativas como el ‘Come y calle’, que bien podría durar más días, o unas casetas por toda la ciudad y no sólo en la Catedral. Ya precios asequibles. Se recuperaría también la fiesta diurna, donde sólo las peñas empiezan a poner la nota de color.
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