La semana pasada, y como es habitual en estas fechas, el Departamento de Análisis de Renta 4, de la mano de Natalia Aguirre y de César Sánchez Grande, elaboró la Estrategia de Inversión para 2024.
Comenzó Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4, que habló de la necesaria humildad para afrontar estos temas; nos encontramos en una economía diferente, centrada en la «innovación disruptiva permanente»; y en un momento de ajuste y transformación fruto de cambios estructurales: de régimen monetario (tipos de interés), de modelo de crecimiento (productividad) y de entorno geopolítico (guerra, conflictos…).
Natalia Aguirre habló de un «aterrizaje suave de la economía», con una inflación al 2 % en el 2025, con posibles bajadas de tipos de interés en el segundo semestre del año que viene, y con riesgo geopolítico. Nos encontramos en el fin de una época de política monetaria que no es de tipos de interés cero ni negativos ni de barra libre de liquidez; con tipos de interés altos por más tiempo: en EE. UU. al 4.5 %/4.75 % y en Europa al 3.25 %; con bajo crecimiento por más tiempo con un modelo en base a una deuda creciente que es insostenible y fruto del endeudamiento monetario y financiero que presionará los beneficios empresariales.
El drástico giro en la política monetaria ha provocado un cambio sustancial en el escenario inversor: la renta fija que vuelve a ofrecer rentabilidades; optimismo en la renta variable siendo muy selectivos pues encontraremos ganadores y perdedores; y es una buena historia invertir en empresas con dividendos (27 % de rentabilidad en la Cartera Dividendo); ve valor en el petróleo y el oro.
Con las perspectivas de crecimiento mundial del 2.8 % para el año que viene, ve más recorrido por valoración en España (con una PER 10, cuando su media es de 13) y Europa (con un PER 12 cuando su media es 14) que en EE. UU. Y con un Ibex 35 a 11.860 puntos, aprovechado caídas para entrar.