El 2025 amanece con grandes expectativas y retos en el horizonte económico global. Los resultados de los cambios políticos de 2024, con la reelección de Donald Trump, prometen influir significativamente en las dinámicas de mercado. La política económica y comercial del nuevo gobierno estadounidense podría redefinir relaciones internacionales clave. Con un entorno de incertidumbre y de oportunidades, es más importante que nunca definir estrategias de inversión sólidas y bien diversificadas; por eso, el Departamento de Análisis de Renta 4 ha elaborado, como cada año, su estrategia anual.
Hay muchas «piezas móviles» a la espera de definición de las políticas Trump 2.0, con potenciales implicaciones relevantes en términos de crecimiento, inflación, política monetaria y fiscal. Las implicaciones de su programa (política comercial, fiscal, inmigración, desregulación) afectan al crecimiento: EE. UU. seguirá creciendo más y existe un riesgo a la baja para Eurozona y China; a la inflación: presión al alza en EE. UU., Eurozona moderada; a los tipos de intervención: seguirán bajando hacia niveles neutrales (3,5%-3,75% Fed y 2,25% BCE), aunque menos en EE. UU. que en Europa; a las políticas fiscales: dificultad para reducir déficits públicos; y a los beneficios empresariales: crecimiento de doble dígito en EE. UU. (riesgo al alza) y dígito simple en Eurozona (riesgo a la baja).
Nuestro asset allocation se irá ajustando a medida que se vayan concretando las políticas económicas del nuevo gobierno americano y en función de la evolución macroeconómica y geopolítica. En Renta fija encontramos rentabilidades atractivas. Nos mantenemos en plazos cortos (2%-3% en Europa, 4% en EE. UU.). Y en renta variable, veremos ganadores y perdedores.
Iniciamos el año con sobreponderar EE. UU. (más por flujos que por valoración) y España (objetivo Ibex 35 2025: 13.800 puntos, con un potencial del 16%) y neutral en Europa.