Estratosférico

No sé si realmente hemos hecho todo lo que podíamos para ser la sede de la Agencia Aeroespacial Española. Estuvo bien que el meteorito que acabó en Lugo pasara por El Bierzo y los pepinazos del Ejército de Tierra en el Teleno ayudan bastante a crear un paisaje extraterrestre, al menos antinatural. Por supuesto también ayudan el grado de Ingeniería Aeroespacial, el planetario del Coto Escolar o los lanzamientos de B2Space Launching Systems desde la base aérea de la Virgen del Camino. Todo ello forma buen currículum, eso es innegable. Además, en caso de que esta agencia del espacio lograra contactar con vida alienígena no faltaría en las despobladas comarcas leonesas lugares donde esconder a esos extraños visitantes. En muchos pueblos podrían salir incluso a pasear sin mucho riesgo, quizás espantaban a algún corzo o algún jabalí, pero poco más.

Sin embargo, sin saber todavía la decisión final, noto que se podría haber hecho más. Echo en falta señales en los campos de maíz, un izado masivo de los pendones, revestidos de papel albal, para ver si se crea un campo de fuerza que conecte con galaxias lejanas o contactar con Mateo Mena, el músico que convierte en canciones la radiación de las tormentas electromagnéticas de Júpiter, para hacer lo contrario, convertir en tormenta radio magnética ‘A la luz del cigarro’. Igual todavía estamos a tiempo.

Y por supuesto habría que darle un toque intergaláctico a la bronca política. Me parece que, en líneas generales, las declaraciones han sido bastante marcianas, pero les ha faltado grandilocuencia, la puesta en escena no ha sido nada cósmica, les ha faltado carácter imperial y no ha habido respuesta rebelde. El jaleo hubiera sido más efectivo –y efectista– con Mañueco vestido de Darth Vader y Diez de Obi-Wan Kenobi. Eso sí que hubiera sido estratosférico.