Iniciativa Autonómica Leonesa, grupo de estudios liderado por el profesor de economía Julio Lago, ha dedicado hasta el momento 66 charlas a divulgar, entre otras cuestiones, cómo se financiará la autonomía leonesa. Dado que se han realizado por toda la provincia, permitieron recoger algunas dudas recurrentes en los diferentes auditorios. En consecuencia, se pueden subrayar algunas de estas cuestiones por su frecuente formulación al final del acto.
La pregunta de cómo se financiará la autonomía leonesa se estudió bajo la única óptica posible en la actualidad: la ley orgánica vigente que lo regula, la de 2009. El gobierno central recauda la mayor parte de los impuestos, con la excepción de los de las haciendas forales (Navarra y el País Vasco). Esa bolsa común se nutre fundamentalmente de tres, aunque haya otros menores. Son el IVA, el impuesto sobre la renta y el impuesto de sociedades, que se recaudan en su totalidad (ISO) o en su mayor parte (IVA e IRPF) por el gobierno central para financiar la mayoría de los gastos del Estado.
De esta bolsa común se extrae más del 50% de los fondos para transferirlos a las comunidades autónomas, dejando una parte menor para el resto de las instituciones en conjunto: gobierno central, diputaciones y ayuntamientos. La pregunta es ¿cómo asigna el gobierno central lo que se da a cada comunidad autónoma? ¿depende en alguna medida de lo que se haya recaudado en ella? La respuesta es clara, según establece la ley: no depende de lo que se recaude en cada autonomía ni en cada provincia. El Estado garantiza unos mínimos de suficiencia por habitante para que se pueda prestar los servicios públicos de la misma manera en todo el territorio nacional. Cada autonomía recibe su asignación por habitante, de forma que todos reciben lo mismo. En principio, recibe lo mismo un ciudadano de Cádiz que uno de Barcelona, a través de su autonomía.
Solo se introducen factores de corrección que no tienen que ver con la recaudación, si no con la edad de los ciudadanos en cada autonomía, con su extensión territorial y con la dispersión de los núcleos de población. La corrección se realiza por la proporción de mayores, que requieren más recursos en sanidad y asistencia, y la de jóvenes, que necesitan más para cubrir los gastos en educación y sanidad infanto-juvenil.
A León le correspondería por este tramo ya mucho más dinero del que provincializa la Junta, pero es que aún faltan más fondos: los de los impuestos cedidos a las autonomías, las tasas y los fondos europeos. Por eso, lo que León pierde en esta autonomía es un dislate que urge corregir, pues ronda los 1000 millones de euros al año.