Friki de los himnos

28/02/2025
 Actualizado a 28/02/2025
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Desde pequeño, si veo un partido de selecciones de cualquier deporte, tengo que escuchar sí o sí los himnos. Vaya, que si empieza a las 6 de la tarde, no barajo en ningún caso ponerme con la hora justa o cinco minutos más tarde, es algo inasumible que no me entraría en la cabeza. ¿Y por qué, si te los podrías poner en youtube las veces que quieras si tanto te gustan?, se podría preguntar alguno. Y a ver, no tengo respuesta, pero es que hay que escucharlos sí o sí, son cosas que no necesitan explicación.

Me alegra saber eso sí que esta tara que me pegó mi padre, que hace exactamente lo mismo, no es única sino que somos muchos los frikis de los himnos que no nos lo perdemos sean los top como los de Italia, Portugal o Brasil ( ni confirmo ni desmiento que según escribo esto me los he tenido que poner) o aquellos más cutres que pasan sin pena ni gloria y que, si además son de países fuera de los habituales, te dejan esa de sensación de ‘qué decepción’.

Por eso, cuando el domingo volvió a León una selección española absoluta, de esas que hubo un tiempo en que teníamos con cierta asiduidad por aquí y habían desaparecido (igual que en su día critiqué al Ayuntamiento por ello, mi enhorabuena por la gestión para traerla aunque sea en estas ventanas sin las grandes estrellas, que obviamente también gracias a eso sale más barato, porque el lleno absoluto que registró el Palacio demostró que fue un éxito), uno de los momentos que más disfruté fue ese del himno inicial. No se animó la gente con el ‘lo, lo, lo lo loooo’ desafinado que sin letra es a lo máximo que aspiramos (con las colas para entrar, muchos se lo perdieron), pero ahí me lo grabé yo con el móvil en el único documento audiovisual que me guardo de esta cita.

¿Y del partido? Pues a ver, el ambiente excepcional, el partido muy igualado... pero hubo momentos de la primera parte (21-25 iban al descanso, para los despistados) que sangraban un poco los ojos viendo el nivel que hace que ahora vea menos salto entre la Segunda FEB, en la que tanto nos está haciendo disfrutar este año la Cultural, y los equipos de la categoría superior. Pero eso sí, ya solo ver destacar a Hugo González o Mario Saint-Supery, excelsos talentos que serán primeros espadas dentro de poco, hizo que mereciera la pena.

No se olviden si estuvieron en el Palacio, que igual que muchos nos pasamos tiempo vendiendo la moto de cómo hace más de dos décadas vimos brillar en León con España sub’17 a Ricky Rubio antes de explotar, con la pinta que tienen esos dos chicos, especialmente Hugo, podrán acabar contando cómo vieron en directo la primera de las muchas lecciones que este jugador va a dar en su carrera con la selección.

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