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El fútbol es así

13/07/2024
 Actualizado a 13/07/2024
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Este era un cubano, un marroquí, un gitano y un español. Parece el principio de uno de aquellos chistes que se contaban antaño en espera de que el español protagonizara alguna bochornosa situación. No sé si ahora, en estos tiempos de revisionismo, ese tipo de chistes pasarían el tamizo de lo políticamente correcto.

Pero recuerdo ahora al cubano, al marroquí, al gitano y al español porque fueron los únicos cuatro alumnos en aquella clase en el último de día de curso. El resto, habían decidido comenzar las vacaciones antes de tiempo. Pues bien, estos cuatro jinetes del apocalipsis del final de curso, me pidieron acabar su último día escolar de este año viendo vídeos de fútbol como antesala preparatoria de la Eurocopa. Mientras, yo consumía los minutos ultimando algunos trámites finales, la burocracia docente, que la Lomloe ha incrementado.

De pronto, levanto la cabeza extrañada por el tremendo abrazo que se estaban dando. «¿ Y eso?» les dije. «Profe estamos viendo el gol de Inhiesta», «el del Mundial del 2010».

Allí estaban ellos ensamblados, rememorando el gol de la victoria, como si acabaran de verlo por primera vez en directo, en amigable algarabía.En la pantalla digital, los técnicos y jugadores hacían lo propio en torno a Vicente Del Bosque. Aquel bonachón entrenador con aspecto de San Bernardo salvador que caía bien a prácticamente todo el mundo. 

Era gozoso ver a aquellos alumnos de tan diferentes procedencias y sentires hermanados en torno a una ilusión. Soñando, tal vez, ser un día alguno de aquellos jugadores elegidos para la gloria. 

La fe en unos resultados, la misma fe que le lleva a persignarse a Luis de la Fuente cada vez que comienza un partido. Como fuente de alegrías está siendo para el orgullo patrio y el deporte esta selección que se muestra tan cohesionada. Dani Olmo lo señalaba con una agradecida humildad tras marcar el segundo gol frente a Francia. «Ha sido una labor de equipo». Un extraordinario mensaje sobre todo para los jóvenes que escuchaban estas declaraciones. 

Como esos cuatro forofos que se abrazaban agradecidos, tal vez como motivo prioritario, por el final de curso y el inicio de las vacaciones, pero también emocionados por la alegría de la victoria. Les he visto durante los recreos disfrutar detrás del balón. Olvidando las rencillas y alejados de los móviles.

El valor del deporte, el esfuerzo de un conjunto, la ilusión de alcanzar un objetivo común. Les imagino emocionados estos días frente al televisor, riendo, soñando, saltando. Brincados, enfundados en la camiseta roja y amarilla. De procedencias distintas pero entusiasmos por ese equipo mágico donde once hombres vibran al unísono.

Sonará a tópico, pero el fútbol es así.

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