Concluyeron las cábalas, las afirmaciones interesadas, las informaciones sesgadas (aún queda por ahí algún recuelo) y las filtraciones de parte. Ya hay alcalde en firme. El que se preveía desde hace unas semanas, por mucho que desde distintos ámbitos, entintados y ególatras, se barajaran otras posibilidades. José Antonio Diez vuelve a ser el regidor mayor de la capital leonesa con todos los sacramentos, si bien los próximos cuatro años no le van a resultar un paseo militar. Lo pasado, pasado está. No cuenta. Es polvo del camino. Con la orfandad de volver a gobernar en minoría pura –esta vez de verdad– tendrá que hilar más fino que nunca. Por el libro. Sobre todo con los leonesistas, quienes, como es natural y dadas las circunstancias, se han despojado de la piel ovina para dejar ver la de cánido. Nada que reprochar. Es la política.
El Partido Popular, cual se vaticinaba, se ha quedado compuesto y sin novia. A la oposición. Y a ver qué pasa ahora con su líder, que tan felices se las prometía antes del descalabro. Entre sus círculos más pelotilleros alardeaba de obtener una mayoría absoluta porque ella era la perfección hecha mujer y el efecto nacional remaba a favor. A la vista está: ni una cosa ni la otra. Lo siguiente será conocer qué puede pasar en su grupo municipal en cuestión de días (o de horas). ¿Seguirá la ‘seña’ Margarita con el ordeno y mando? Hay un documento firmado por todos los concejales, que la envían directamente al ostracismo. Y lo decreta Valladolid.
Ante este panorama y a expensas de lo que ocurra en la Diputación después de las elecciones generales, Ester Muñoz, la presidenta provincial, está incómoda. La campaña municipal se le fue de las manos por consentidora –dejó que Torre maniobrase– y a día de hoy tiene ante sí dos ‘gallos’ dispuestos a gobernar el Palacio de los Guzmanes, en el caso de que se diera la carambola. Raúl Valcarce, el eterno alcalde de Carracedelo, y su homólogo de Almanza, Javier Santiago Vélez –que ve crecer la hierba a kilómetros de distancia– son los postulantes. Uno oficialista y otro crítico. Veremos qué fuerza tiene la delfín de Mañueco en el seno de la organización que dirige. Porque igual le vuelve a pasar como con Margarita Torre y la chulean hasta la saciedad.
Por el momento cabe reconocerle que, personalmente, ya ha triunfado. Lleva a las espaldas una ‘excelente carrera’, gracias a su habilidad para saber andar de la Ceca a la Meca sin trastabillarse en demasía. Viaja con armadura. Tal pericia le ha proporcionado la recompensa de figurar en la primera línea de salida para el 23-J. Sin más análisis que llevarse a la boca. Ahora volverá a Madrid, al Congreso de los Diputados, porque ella lo vale. Y si no lo vale, también. Está apadrinada.
Ganó quien debía
09/07/2023
Actualizado a
09/07/2023
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