19/06/2024
 Actualizado a 20/06/2024
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Hace ya más de un año que abrí en este espacio, en el que me dedico a juntar letras a mi libre albedrío una vez al mes, el debate sobre la Coca-Cola con o sin luquete. El nombre real y poco conocido de esa rodaja de limón continúa siendo mi palabra predilecta del diccionario y un elemento indispensable a la hora de disfrutar de mi refresco favorito sin que contenga ninguna graduación que lo convierta en una bebida mucho más animosa.

Recuerdo perfectamente que en aquella columna reconocía que luquete es mi palabra preferida tanto por lo desconocida que es como por lo cotidiano que es el uso de otras denominaciones en el mundo de la hostelería para referirse a esa porción de cítrico, todo ello sin olvidar que de esa manera ayudamos a preservar la esencia de nuestro idioma. 

Y recuerdo igualmente que me emplacé en un futuro a hablar en estas líneas del giste. Pues ha llegado el día.

Es también un término muy relacionado con la hostelería en su significado juega un papel fundamental el hecho de saber tirar bien una caña de cerveza, ya que hace que esta bebida fermentada pueda tener un sabor totalmente diferente. Cada camarero tiene su ‘truquillo’ y, personalmente, si el giste de una cerveza no está en perfectas condiciones puede llegar a fastidiarme el disfrute de una buena birra a través de los cinco sentidos.

Gran culpa de que escriba sobre esta palabra la tiene el gran y polifacético ‘Chumy’, que además de deleitarte junto a su banda de Gente Muerta con una obra de arte para los oídos, como es su nuevo álbum ‘Turismo emocional’, te planta en su Taberna de Tano de Santa María del Páramo una maravillosa cerveza con el giste en perfecto estado de revista. De hecho, he de reconocer que al verle el pasado sábado tirar una caña con un giste que entraba por los ojos, me arrepentí de haber pedido instantes antes un tercio. Y podrá pensar que esto es una colaboración pagada como esas de Instagram, pero no, es simplemente que le tengo aprecio a la gente del Páramo.

Volviendo al meollo de la cuestión, espero que, si no lo sabía y ha llegado hasta este punto, haya podido descubrir que el giste es la espuma que produce la cerveza al contactar con el vaso o la copa tras salir del grifo. No seré yo quien pueda dar una clase magistral sobre cómo tirar una cerveza, pero de disfrutar bebiéndola sí que sé un poco. En todo caso, creo que la regla de los dos centímetros de espuma y que vaya quedando la marca en el vaso tras cada sorbo es un aspecto básico para saborear como bien se merece una birra.

De los sitios en los que te ponen el vaso lleno de giste o en los que prácticamente no existe, prefiero ni hablar. Y si la RAE la acepta, igual otro día les hablo del petricor, que con lo que ha llovido...

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