Imagen Juan María García Campal

Golpe a golpe, verso a verso

03/07/2024
 Actualizado a 03/07/2024
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Hoy bien podría resolver esta colaboración semanal con tan solo adaptar el texto de mi ‘Carta a unos Poetas mayores’ publicada en este mismo periódico el nueve de julio del pasado año. Si entonces el motivo de la misma fue la declaración como desierto del IV Premio Poesía Joven MonteLeón, hoy lo sería la del I Premio Internacional de Poesía ‘Centenario Antonio Pereira’. Sería repetición, sí, mas como bis es mi tristeza; bis, al menos, parte del jurado y bis el que ninguno de los poemarios presentados (75 en aquel, 1326 en este) ofrezca «el nivel de excelencia que haría justa la concesión de este galardón» y que, aunque no exigido en las bases de la convocatoria –(«Base Primera. El premio se otorgará al poemario que, a juicio del Jurado, sea el mejor de los presentados»)–, justifica, digamos idealmente, la decisión del mismo.

Así, este incurable aprendiz de escribidor de renglones de varia longitud, para nada poeta ni concursante en, ni, a nada, que, ya casi todo pasado, no tiene más anhelo literario que encontrar en los textos leídos, prosaicos o poéticos, algún hallazgo que le procure emoción, algún aprendizaje, cede su voz a cuanto desilusionado concursante hoy esté preguntándose, como hace casi un año yo hice y hoy hago: ¿Qué les ha pasado a sus corazones Poetas mayores? ¿Ha sido el tiempo, los años vividos, quien se lo ha endurecido? ¿Han sido las desmemorias que, a veces, provocan presentes y futuros? ¿Nada recuerdan ya de su hacerse poetas hasta hoy saberse Poetas mayores capaces de exigir a los aspirantes un «nivel de excelencia»? ¿Tienen ustedes mismos toda su obra publicada por excelente? ¿Qué base de las que regulan el certamen literario exige dicho «nivel de excelencia»? ¿Tan pésimos eran que ninguno pudo ser considerado «el mejor»? ¿Ninguno les conmovió mínimamente? Parafraseando a Anise Koltz, «¿ninguno amansaba las palabras y las hacía cantar con los canarios?, ¿ninguno, alcanzadas las palabras, las cazó, les arrancó alas y patas y las puso boca arriba?, ¿ninguno estalló en sus bocas, ninguno crujió en sus dientes?».

De verdad, Poetas mayores, miembros del y los jurados: ¿es preciso este golpe a golpe a todos esos poetas que, como ustedes, viven su día a día creando, haciéndose poetas, verso a verso? De verdad, ¿en nombre de qué o quién?

Discúlpeme don Antonio (Machado) este haber abusado de sus Cantares como cabeza y pie para este mío, pero es que no llego a Eladio Orta y su «Poetas que ejercen de poetas». 

¡Salud!, y buena semana hagamos y tengamos.

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