Qué ingenuos. Con la progresiva caída de su maquinaria, creímos que ese monstruito automovilístico iba a perder. A veces parecemos bobos, con un John Deere daría la talla. Vive por y para esto, nada más, mentalmente sobre todo. No tiene amigos, ni los quiere para poder inflarles a coces en pista. Ahora ese crío al que su padre dejaba abandonado en una gasolinera por hacer una mala carrera, lo que explica mucho, es tetracampeón de F1.
Tenían a un Max Verstappen, pero este fin de semana mis papaya se coronaron en el mundial de equipos. No sólo eso, fueron terceros. Hace falta ser botarates. Pero con ello decíamos adiós a la temporada, qué dolor, este deporte es una eterna mirada al futuro, y ahora tres vacuos meses de espera. Hacia dónde iban a ir nuestros afanados ojos. Assad en Siria estaba por patas hacia Rusia debido a la invasión relámpago de los islamistas del HTS. Totalitario sanguinario por totalitarios trastornados y sanguinarios. Trump y Macron se daban la mano otra vez, larguísimo, porque una reyerta entre presidentes está mal vista. La España autodestructiva, la Dana, la crisis política de centro-europa, Ucrania, Putin, Hezbolá, Hamas, Israel, Irán, Maduro, Mbappé...
Tanta oscuridad general, que con buen criterio Valduvieco decidió saltarse diciembre y pasar a 2025. La 8 León grababa sus campanadas, con un frío infernal, ya les gustaría en Minnesota. Ataviados de porrocientas prendas de ropa, con el vapor en nuestras bocas y las manos en los bolsillos. Algunos ya recibimos el nuevo año porque ya basta, es suficiente, se acabó. Nos metimos en ese pueblo sin cobertura, como un cruce a otra dimensión, espero que la de Olivia Dunham.
Seamos más del espíritu Valduvieco, en medio del frío, el plumas y tira. La temporada que viene de F1 será emocionante y ajustada, o eso parece, así que déjenme. Yo ya estoy para allá. Valduvieco fue el portillo anticipado, ¡vamos enero! Así ya tengo más cerca el regreso de los coches de colores. El resto de este mundo en llamas (préstamo de Óscar Vara), ya lo veremos si eso, porque de ilusiones vive el tonto de los cojones.