No estamos contentos con nada. No nos conformamos, siempre queremos más y nada nos parece suficiente. Es la conclusión que saco de mi incursión diaria por X, la red social anteriormente conocida como Twitter y que se ha convertido un sitio tan irrespirable como necesario si te dedicas a este negocio de la tecla (hasta que la gente se vaya a otro sitio).
El caso es que habitualmente en esta tierra, también en este humilde espacio, se critica la labor del actual ministro de Transportes al considerarla (de forma justa si me preguntan) partidista a hacia su tierra. Una circunstancia que nos daría más o menos igual si Óscar Puente hubiese nacido en PuertoReal, Cádiz, pero que al darse la casualidad de haberlo hecho en el agujero negro de las potenciales inversiones en León, nos obliga a que nos pique un poco más la nariz. Nada nos parece suficiente, tampoco si eres pucelano y no te basta con que el que fuera tu alcalde sea capaz de convertir a tu ciudad en la ‘capital del noroeste’ sin ni siquiera estar ahí, o esa es la conclusión que saco después de ver las muchas críticas a Puente después del anuncio de Ryanair de cesar este próximo verano sus operaciones en el aeropuerto de Villanubla ante las «excesivas tasas» que Aena asegura que les cobra. Sobra decir que no es este anuncio más que una medida de presión para que la compañía irlandesa, caracterizada por tener pocos remilgos en hacer lo que haga falta para aumentar sus beneficios, pero también cabe recordar el mensaje de Óscar Puente de apostar únicamente por «dos o tres» aeropuertos de interior en todo el país y que a él, como vallisoletano, «no le importaría» tener que venir a León a coger el avión. Por lo que sea, no va a ser así y si me hacen apostar diría que en los próximos días o semanas, ni siquiera creo que llegue a meses, se anunciará algo positivo para el aeropuerto de Villanubla, donde ni siquiera se molestaron en leer el cartel a la entrada del pueblo para poner un aeródromo que por cierto cuenta desde hace más de 15 años con un sistema de aterrizaje instrumental más moderno que el de León y que de estar aquí reduciría el 90% de los desvíos por la niebla actuales. Pero será que nosotros tampoco nos conformamos.