El informe TIMSS es la evaluación de los conocimientos de matemáticas y ciencias de los alumnos en varios países del mundo. Fue diseñado por la Asociación Internacional (IEA) para permitir a las naciones participantes monitorear sus logros educativos y cómo estos cambian con el tiempo, así como para comparar esos logros entre países en las materias clave de matemáticas y ciencias. Es un informe menos conocido, pero similar a Pisa, con algunas diferencias. Pisa es para alumnos de final de la ESO, 15 años, y evalúa las ideas que la OCDE denomina competencias para la vida. Mientras que el estudio TIMSS consiste en una evaluación internacional de matemáticas y ciencias dirigida al alumnado de 4º de Primaria y 2º de ESO, que se realiza de forma periódica cada cuatro años.
El miércoles, 4 de diciembre, Santa Bárbara, en España hemos recibido muy malas noticias. La IEA ha publicado su cuatrienal Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias, que mide el rendimiento de los alumnos del mismo curso en 49 países de todo el mundo. Este informe TIMSS sitúa a España a la cola de los países de la UE en conocimiento de matemáticas y ciencias, al inicio de la Educación Secundaria Obligatoria. 14 países han mejorado sus resultados, 13 han empeorado y el resto se ha quedado como estaba. España ha ido a peor en las dos asignaturas. Estos son los resultados: En Matemáticas sacamos 498 puntos frente a los 525 del promedio de la OCDE. Son 4 puntos menos que en 2019 y 7 puntos menos que en 2015. En Ciencias logramos 504 puntos frente a los 526 del promedio de la OCDE. Son 7 puntos menos que en 2019 y 14 puntos menos que en 2015. Vamos cada vez peor y sin poner ningún remedio para frenar esta caída. Estos datos nos sitúan entre los países con peores resultados de la OCDE. En Matemáticas, España está 27 puntos por debajo de la media de la OCDE (525) y en Ciencias, nuestros alumnos sacaron 22 puntos menos que la media de la OCDE.
Estas cifras son vergonzosas. Y no son bulos, sino datos oficiales de un informe internacional que nos deja en ridículo en todo el mundo. ¡Ojalá fueran bulos! Lo malo de estos informes es que nos sacan los colores al compararnos con los demás. Estamos pasando por la generación peor preparada y nuestros alumnos, cada año que pasa, saben menos. Todos recordamos la aprobación de la LOMLOE, mientras estábamos encerrados en casa por la pandemia, viendo por televisión los discursos y votaciones del Congreso, con un marcado espíritu «buenista». Que los niños no se cansen ni se traumaticen demasiado, que promocionen sin límites de suspensos, que no repita nadie y que lleguen a la universidad con media de sobresaliente, aunque su nivel lo estamos viendo ahora. «De aquellos polvos vienen estos lodos». España es una de las naciones que más dinero gasta en su sistema educativo y el resultado de ese esfuerzo colectivo es que muchos de nuestros alumnos salen de las aulas casi analfabetos. Y lo más llamativo es que aquí nadie es responsable de este caos, nadie sale a dar la cara y decir que hemos hecho las cosas mal, nadie reconoce errores, nadie se sonroja al ver el panorama que hoy nos presenta TIMSS. La autocrítica brilla por su ausencia y, lo que es más grave, nadie tiene en cuenta a los niños. Ante este caos, sería ideal olvidarse de partidismos y alcanzar un pacto educativo que solucione este problema.
Pero el informe todavía va más lejos y quiere hacer justicia, detallando aún más los datos. TIMSS no está dispuesto a meter a todos los alumnos españoles en el mismo saco del fracaso. Hay comunidades que se salvan de la vergüenza y el bochorno e incluso llegan a estar a la altura de la OCDE, como es el caso de Castilla y León, Asturias, Madrid, Navarra o Galicia. Y, lógicamente, eso provoca que haya otras que están muy por debajo de la media y, por tanto, en la cola del ranking educativo mundial, como es el caso de Cataluña, Canarias o Baleares. El titular de ABC era: «España cae en Matemáticas lastrada por Cataluña, Canarias y Baleares». Los alumnos catalanes han obtenido una puntuación media en matemáticas de 489 puntos y de 502 en ciencias en el informe TIMSS, muy por debajo de la OCDE, y tendrían que hacérselo mirar, olvidándose de otros temas y centrándose en dar una solución a estos pésimos datos, que indican que «sus alumnos están, en promedio, el equivalente de más de un año de escolaridad por detrás de sus pares castellanoleoneses», (según la terminología de Pisa). Los alumnos de Castilla y León vuelven a ser, informe tras informe, los mejores en matemáticas y ciencias. Con 522 puntos, aventajan en 24 a la media de España en Matemáticas y en 21 puntos en Ciencias, tras lograr 525. Con estos puntos estamos muy cerca de la media de los países desarrollados de la OCDE (525 en Matemáticas y 526 en Ciencias). Ya va siendo hora de reconocer este mérito y que sirva de ejemplo al resto. En Castilla y León vivimos en un rincón privilegiado que se salva del actual desastre educativo español.