En 2024, la bolsa estadounidense tuvo una revalorización del +23 % destacando especialmente el sector tecnológico con un +28 %. Este crecimiento ha llevado a que el S&P 500 cotice un 20 % por encima de su promedio de 30 años. Este nivel tan elevado de valoración ¿está justificado? Hay varios factores fundamentales que así lo indican: las empresas tecnológicas representan ahora el 40 % de la capitalización de mercado del S&P 500 y suelen tener valoraciones más altas; las valoraciones tienden a aumentar en periodos sin recesión; y, por último, las empresas del grupo «Magnificent Seven» tienen ventajas tecnológicas significativas, márgenes de beneficio superiores a la media, sin deuda y están inmersas en megatendencias de crecimiento.
Hay argumentos a favor y en contra de invertir en EE UU. Entre los pros destacamos la innovación y tecnología: EEUU es líder en innovación tecnológica, con empresas que están a la vanguardia de la inteligencia artificial o la biotecnología; o la generación de flujo de caja: les permite reinvertir en crecimiento y devolver capital a los accionistas; la estabilidad económica: su economía sigue siendo una de las más robustas y diversificadas del mundo; y, por fin, el liderazgo empresarial: las empresas líderes en EE UU tienen fundamentos sólidos, con ventajas competitivas que les permiten mantener beneficios elevados.
Sin embargo, en su contra, podemos señalar las altas valoraciones; la volatilidad, lo que podría generar incertidumbre para los inversores; riesgos tecnológicos: la alta concentración en empresas tecnológicas implica riesgos asociados a la competencia; la gestión pasiva: las compras automáticas en índices por el crecimiento de la gestión pasiva implica que una gran cantidad de inversiones se realizaron sin tener en cuenta la valoración de los activos; y la especulación: la reciente especulación en criptomonedas y otros activos puede ser indicativa de un comportamiento de mercado excesivamente optimista.