La semana pasada, un gestor de Fondos de Inversión –de Renta 4– y dos analistas de inversiones de Fidelity y de Amundi, participaron en una mesa redonda donde abordaron las claves para navegar en los mercados globales en la era Trump 2.0.
Todos coincidieron en que nos encontramos en un periodo de desaceleración, de menor crecimiento y de mayor inflación. Desde que Trump gobierna, la incertidumbre se ha ido elevando a nivel global. Aunque no se contempla un escenario de recesión económica, quizás asistamos a un periodo de estanflación: creciente inflación y menor crecimiento. Y los Bancos centrales tendrán que ir ajustando sus políticas de tipos de interés a este nuevo escenario.
En EE UU hemos pasado en pocos meses de hablar de fortaleza a desaceleración, siendo especialmente relevante la política fiscal y con un déficit público relevante. En Europa, la política arancelaria y de gastos de defensa necesariamente generan inflación teniendo a su favor una política fiscal positiva. Nos obstante, los tres analistas hablaban de un periodo de volatilidad que en todo caso puede aprovecharse para ir incorporando renta variable a nuestras carteras.
En la inversión en renta fija, el gestor de Renta fija de Renta 4, se sentía confortable con la renta fija europea donde se puede alcanzar una rentabilidad en el entorno del 4 %, por encima de la inflación invirtiendo en empresas de calidad (grado de inversión). Respecto a la renta variable, se habló de que ante esta incertidumbre es importante la diversificación, invertir en empresas de calidad, buscando buenas valoraciones y aprovechando el dividendo, que en una cartera media de un fondo de Fidelity está en el entorno de 4,4 %.
Respecto a posibilidad de invertir en países emergentes, puede ser una buena idea como elemento diversificador de la cartera teniendo en cuenta que el nivel de riesgo es mayor. Se mencionaron Emiratos Árabes, Indonesia, China, Corea o Brasil y Méjico.