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José Sevillano: un grabador de raza

19/02/2025
 Actualizado a 19/02/2025
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Podemos ver todo este tiempo, en la Sala Provincia del Instituto Leonés de Cultura, una singular exposición, fruto de una aventura personal, encarnada en Ediciones Stadt 1988-2020, con una muestra de obras de muy distintos artistas que, a través de muy diferentes estilos y de técnicas de grabado, nos exponen, a modo de abanico muy abierto, posibilidades plásticas de los últimos lustros, en nuestro país y en León.

La aventura personal es la llevada a cabo por el grabador leonés José Sevillano, quien, como les ocurriera a determinados artistas contemporáneos (con Marcel Duchamp a la cabeza) con los objetos encontrados (‘objets trouvés’, ‘ready-made’), encontró su destino de grabador –como él mismo cuenta en un audiovisual en la exposición– en la cafetería de la facultad de bellas artes de la universidad de Salamanca, esperando de continuo la finalización de las clases de su novia.

En ella, –el azar es siempre veleidoso–, se encuentra con el profesor y artista de dicho centro universitario José Fuentes, quien lo aborda y le indica que, en la cafetería de continuo, no se puede aprobar asignatura alguna. José Sevillano le indica que está allí para otra cosa que aprobar asignaturas, algo que no puede hacer al no estar matriculado. De ayudante de tal profesor desde ese momento, termina convirtiéndose en un grabador consumado, utilizando distintas técnicas, como puede comprobarse nada más recorrer la exposición.

La vocación encontrada, podríamos decir. Una vocación que, desde 1988, se plasma en ese proyecto de Ediciones Stadt, que ha puesto a disposición de pequeños coleccionistas, leoneses y de fuera de León, unas obras de arte de artistas vivos de diversas tendencias y de finales del XX e inicios del XXI.

Una aventura marcada por un gran interés. Una propuesta más –hay otras valiosas en tal tiempo histórico en León (el MUSAC, por ejemplo, realizó no hace mucho, cuando estaba al frente del mismo Manuel Olveira, una exposición sobre la experiencia leonesa de ‘land-art’, desarrollada en la galería ‘Tráfico de Arte’ y en ‘El Apeadero’ de Bercianos del Camino, cuya figura ya ‘mítica’ fue Carlos de la Varga)–, que pone de manifiesto que la renovación cultural, en León y en cualquier ámbito de provincias, es de los arriesgados y de los lúcidos, de los que rechazan la grisura ambiente que nos rodea y nos adormece.

Un lúcido y arriesgado es José Sevillano. Acérquense, para comprobarlo, por la Sala Provincia. Un aspecto llamativo de tal exposición es la presencia de mujeres, de artistas femeninas, que muestran cómo su creatividad es variada y valiosa. Y la apuesta en tal sentido de José Sevillano es, por ello, lúcida y, al tiempo, muy contemporánea.

La nómina de artistas, tanto masculina como femenina, es muy abundante. Por ello, no queremos aquí citar unos nombres, para dejar sin poner a otros muchos. Cada cual, al contemplar la exposición y según el carácter de sus gustos, seleccionará según sus preferencias.

Nosotros aquí solo queremos llamar la atención sobre ese grabador de raza que es José Sevillano, que, con tal exposición, se hace visible para una sociedad que, como la leonesa, no siempre está atenta al arte y a la cultura, entretenida en tantos pragmatismos.

Con José Sevillano, da gusto hablar. Lo hacemos desde hace años. Lo vemos casi como un personaje barojiano, de esos que va por la vida en zapatillas, sin darse importancia alguna, pero realizando una estupenda labor al servicio del arte de hoy.

Solo le queda conseguir un objetivo, como le hemos dicho en más de una ocasión: conseguir estampar y editar un grabado del mítico artista canario Cristino de Vera. ¿Lo logrará? (Que no se moleste nuestro amigo grabador. Es un mero guiño).

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