La Junta de Castilla y León anunció que va a llevar celebraciones del 23 de abril, como día de la autonomía, a la provincia de León. El acto, que ya era una provocación en años precedentes, lo es mucho más en 2025.
El 26 de junio de 2024 la Diputación de León aprobó, con el apoyo de los diputados del PSOE y de la UPL, una moción por la autonomía de León. El PP presentó una moción alternativa en cuya defensa manifestó el deseo de hacer un estudio jurídico para acudir todas las fuerzas políticas unidas a las instituciones del Estado para consumar una Autonomía Leonesa. El diputado restante, de Vox, votó en su municipio a favor de la Autonomía de León. Estas condiciones permiten afirmar que el deseo de autonomía para León es unánime en la institución provincial.
Esta mocíón puso en conflicto a la Diputación de León con la Junta de Castilla y León, puesto que ambas instituciones tienen el mismo rango ante los poderes del Estado. Así lo atestigua el artículo 137 de la Constitución Española: «El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en la Comunidades Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses». Diputación y Autonomía son poderes independientes. Quien defiende los intereses de León es su diputación. Ésta ha convenido que la Junta atenta contra los intereses de la provincia.
Que la Junta, a través de un chiringuito que cuesta más que un servicio de oncología en condiciones razonables para el Bierzo, venga a realizar una celebración forzada del día de la autonomía es un desafío que merece respuesta. Institucionalmente la Diputación de León ha puesto en entredicho a la Junta de Castilla y León, por muchas sonrisas que muestren Courel y Mañueco. Cualquier celebración de estas características actualmente es un acto de propaganda inadecuado; puro totalitarismo que ejerce la Junta de Castilla y León con una colonia cuya voluntad ignora.
Y cuando digo colonia, hay que fundamentarlo. El año con más presupuesto de la Junta de Castilla y León es 2025. Sin embargo, el presupuesto provincializado para León es inferior al de 2023, incluso. La burla que supone este minúsculo presupuesto tras la moción de la Diputación, cuya exposición de motivos dejó claro el estado de ruina económica a que somete la Junta a la provincia, cuando las proyecciones de crecimiento económico de León recién publicadas son las más bajas del ente autonómico, cuando se acaba de promover una enmienda para la autonomía de León en el Congreso Federal del PSOE –algo sin precedentes– no permite dejar sin contestación los actos con que amenazan.