Los leoneses ya estamos en capilla ante el reto del 16-F, en el que pretendemos no dar un golpe de Estado como sucedió el 23-F, sino un golpe en la Mesa, eso sí, en cualquiera menos en la de León, que todavía está fabricándose en la ebanistería sindical a falta de completar las maderas de las que estará compuesta.
La mayoría de los hitos históricos colectivos y también personales suelen tener su propia banda sonora. A los organizadores del 16-F no les disgustaría que los participantes corearan ese «A por ellos oe, a por ellos oe, a por ellos oeoe» que animó a nuestra selección de fútbol antes del Mundial de Alemania. Aunque pensándolo bien, esta canción es un poco peligrosa, no sea que a más de uno le dé por pensar y caiga en la cuenta de que esos ‘ellos’ son quizás muchos de los que irán el domingo en primera fila ondeando la bandera de León, tras haberse autoerigido en los elegidos por mandato divino para defender esta tierra.
Una melodía que a mí me viene a la cabeza cada vez que escucho hablar del 16-F y de la ‘Mesa por León’ y que podría ser el himno de lo que viviremos en unos días se lo debemos a ‘El último de la fila’ y a su éxito ‘Insurreción’ y es que ese inicio con «¿Dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité?» es la mejor pregunta que podemos hacernos o, mejor dicho, hacerles todos los leoneses. ¿Dónde estaban entonces cuando León los necesitó, muchos de los que ahora parecen reencarnados en Ordoño II? ¿Dónde estaban entonces, por ejemplo, cuando se tuvieron que emplear cientos de millones de euros de los fondos Miner para reactivar las zonas mineras y ahora el Tribunal de Cuentas ha detectado que en el 51% de los casos dichas ayudas no se utilizaron correctamente?
No nos engañemos, sentarse en la futura ‘Mesa por León’ es gratis y eso a mí me crea cierta desconfianza. Si a esto unimos que se incorporará a ella hasta la ‘Asociación en defensa del gamusino leonés’ la cosa se complica. Demasiados comensales con gustos muy diferentes. Ojalá en esta ocasión sean capaces por primera vez de pactar el menú. Además, si sale mal, como serán tantos invitados, las culpas siempre pueden recaer en los otros. Es triste, pero viendo el panorama a veces los hermanos Urquijo tenían razón cuando cantaban eso de «Dame otro vaso, aún estoy sereno, quiero beber hasta perder el control».
Y tras el estruendo del domingo llegará el silencio, que es el mejor sonido para trabajar y para acabar de lijar y dar las últimas capas de barniz a la ‘Mesa por León’. Es lógico que se haya decidido cambiar el nombre y no repetir ese ‘Pacto por León’ que se firmó en octubre de 1999 y que al final se quedó en un coitus interruptus. ¿Saben cuántas medidas recogía ese ‘Pacto por León’? Un total de 44. ¿Les suena de algo? Pues sí, 44 son los puntos que incluía el documento que hace unos días entregó el amigo Pedro Sánchez al leal Quim Torra.
Creo que estamos ante una señal que espero sea también interpretada de la misma manera por las sacerdotisas y profetas del oráculo leonés de Delfos. Tenemos que jugarnos todo al 44. Y tenemos que ir de farol. Nada de presentar nosotros las exigencias. Que sean los Sánchez y Mañueco de turno, acompañados con sus respectivos séquitos, los que vengan a León con un documento con los 44 deseos que nos conceden y así paguen una deuda histórica con nuestra tierra. ¿O es que los leoneses no nos merecemos el mismo trato que los catalanes? Y para hacerlo todo más solemne propongo que el encuentro sea en el Panteón de los Reyes y por qué no, los allí presentes sellen el acuerdo brindando con el Santo Grial, mientras suena de fondo ‘We are the Champions’.
La banda sonora de la ‘Mesa por León’
13/02/2020
Actualizado a
13/02/2020
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