La charlotada de las rebajas

Tuve que llamar a un ‘Gayo’ del comercio leonés para que me confirmara que todo ese sainete entorno al comercio y las rebajas era cierto.

Sainete, charlotada o vodevil, llámenlo como quieran, una más, que engrosa la lista ya abultadade decisiones esperpénticas de nuestros dirigentes.

La cosa comienza con el ministro Illa dejando claro que se anularán las promociones en la calle para evitar aglomeraciones, después la ministra Maroto matiza que se autorizarán, siempre que los comerciantes adopten medidas para mantener las distancias de seguridad, ya saben, mascarillas, soluciones desinfectantes, y los dos metros. Pero como ya viene siendo tradición en este gobierno, al cabo de unas horas todo cambia, y el ministro Illa vuelve a la palestra para rematar al comercio: prohibido poner rebajas.

¿Estamos locos? Pero en qué cabeza cabe que en una tienda en la que trabajan dos o tres personas, habrá riadas de gentes pegándose por unas Converse blancas o por un jersey de pico. Estamos hartos de ver como la gente se organiza cívicamente en torno a una panadería o una peluquería, respetando el turno y entrando en el local únicamente las personas permitidas ¿Y ha pasado algo?

No tengo conocimiento de que haya habido altercados y avalanchas en la tienda de ultramarinos de Dopico, o empujones por el solomillo de la Carnicería Leonesa de Carlos, y eso que en España se ha demostrado con creces que hay más miedo a fallecer de hambre, que del coronavirus.

No hay que ser muy brillante para saber que el comercio, y más en una ciudad como la nuestra, es un pilar fundamental, ya que no tenemos más que eso y nuestra reconocida hostelería.

Si les digo que nuestra provincia agoniza, no les estoy contando nada que no sepan, y el comercio es quien da empleo a más de 15.000 familias, enciende las calles cuando las farolas son pobres, da vida, se anuncian en este periódico, en la radio, incluso algunos en la hoja parroquial, y sí, a veces dan vales en vez de devolver la pasta, cosa que a mí personalmente me pone de los cohetes. Pero hay que quererles, porque gracias al comercio, en León ‘descambiamos’, como desconfinamos y desescalamos.

Para aderezar un poco este folletín, este gobierno permite que las plataformas de venta online lancen sus ofertas, no midiendo a todos por el mismo rasero, dejando en una situación imposible a quien no tiene venta por internet y llevando al comercio a un lugar de donde es difícil volver. ¡Un autentico sainete!