La Feria

La Feria empieza a funcionar con una buena dosis de imaginación y ganas de batallar con la pluma entre las manos de autores y editores emergentes, para que al contemplar el espacio entre casetas y firmas de libros, un rayo verde se nos aparezca en la puesta en escena de Los Modernos con el guitarreo directo y fresco de la clausura de la feria del Libro. Todo un éxito.

La Feria empieza a funcionar cuando las bases gritan en contra del aparato, cuando los militantes del Partido Socialista les dicen que no a los que siempre intentan a través del poder político y mediático imponer el criterio de la responsabilidad para que nada cambie ninguneando todo tipo de suerte y de esperanza. Se respira mejor.

La Feria empieza a funcionar cuando la Cultural está punto de ascender, seguro que por un buen trabajo, dedicación y ganas de dar patadas a un balón para que León salga de la tercera división y se ponga a la altura de los mejores después de tantos años cuesta abajo, aunque sea a través del fútbol León tiene que reivindicarse para no perder más y poder rescatar trabajo poniendo en alza nuestros recursos con la creación de cooperativas y empresas para que vuelvan del exilio, para que no nos abandonen más.

La Feria empieza a funcionar cuando una dentellada de aire fresco entra por la ventana de un domingo atípico que nos deja la ilusión y la intención para que los partidos progresistas se pongan de acuerdo y poder derogar tanta reforma caprichosa al servicio del poder y derrocar a un Gobierno Corrupto y nos deje para siempre.

La Feria empezaría a funcionar si el Alcalde de León escuchase a su pueblo y se sentase en un Filandón para ponerse de acuerdo con los que no queremos que la Plaza del Grano sea la piedra mal puesta como los cimientos en los que se construye esta comunidad, que nuestra plaza siga siendo el ejemplo de un pueblo unido a base del canto rodado y del verde esparcido que empieza a levantarse contra quien durante más de tres décadas lo están silenciando.