13/02/2018
 Actualizado a 10/09/2019
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Ando con el tiempo justo, en busca de la máscara que dé sentido a la fiesta pagana del martes de carnaval, con prisas recorro como un extraño los rincones de la península herida y privatizada, con pueblos abandonados pasto de la ruina y valles inundados, nada pude encontrar desde Santander a Logroño provincias castellanas, solo el despropósito de una pensión congelada y una sanidad de listas de espera y colas de urgencia, abandoné la Castilla para seguir camino para adentrarme en el país vasco haciendo parada en la provincia de Pamplona, ninguna máscara encontré que me sirviera para mi martes de lujuria, solo la protesta de un San Fermín sin sangre y sin violaciones. El tiempo corre deprisa en mi contra, tomo a mi Rocinante como máquina del tiempo y despierto en Teruel provincia de la Comunidad Valenciana, envuelto en la lucha por la supervivencia de la minería, porque Teruel también existe, pero ni rastro de que ponerme al rostro para tapar la arruga que me encorva. El cansancio se apodera como si de una parálisis me sujetara y bebiendo el brebaje de la tenacidad, pude continuar hasta caer de bruces en la comunidad uniprovincial de Lleida, con las manos arriba esto es un atraco, para impedir el traslado de las obras de Sijena. He de retomar mi camino de la máscara perdida como si del Santo Grial se tratara, para llegar a tierras andaluzas haciendo escala en la provincia murciana, con el grito de ese muro no se puede construir versionando la mítica canción ‘Another Brick in the Wall’. Cada vez más el tiempo se ajusta y sin máscara, vuelo en mi caballo alado para aterrizar en la capital vallisoletana de Castilla la Mancha rodeado de más de 50.000 personas gritando "la sanidad no se vende se defiende", rebusco entre ellas mi máscara y nadie sabe nada. El viaje continúa hasta llegar al viejo Reino de León dejando la meseta atrás, con las vías abiertas entre León y Asturias sin muros de copos de nieve, encuentro mi máscara en el destrozo de la Plaza del Grano con la cara de ‘La Jana’, al fin feliz.
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