Anduvieron listos ayer a primera hora los bomberos de León para apagar un fuego en una casa okupa, suceso que sirvió para que más de uno se enterase de que en León también hay okupas. Los bomberos aplicaron agua a las llamas en maniobras perfectamente académicas, pero luego anduvieron por el vecindario pidiendo a ver quién les daba una botella de agua mineral para beber, lo que les llevó un rato y, habiendo un supermercado a cien metros, no se entiende demasiado.
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