Sigue cobrando cada vez más protagonismo en el Congreso la diputada leonesa que Jiménez Losantos, siempre con tan mala baba, bautizó como «briosa». En el PP la encargan los retos más difíciles, los que para los demás resultan tan peligrosos que prefieren quedarse detrás, aplaudiendo y cobrando, como era el caso de ayer: criticar a Teresa Ribera después de que el PP europeo la hubiera apoyado. La leonesa no se achantó porque esa palabra no existe en su diccionario. Ahora, a ver si no se quema pronto... y a ver, de paso, si se acuerda un poco de los problemas de León.
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