Las trampas de las nuevas tecnologías son cada vez más llamativas y, al mismo tiempo, engañan cada vez menos. No va por lo que hizo ayer la presidenta del PP leonés, que ya bastante ruido preparó, sino por un digital de León, literalmente, que para intentar dar credibilidad a las informaciones que copia y pega o directamente plagia, por lo general, se inventa nombres de periodistas. Ya son varios los que llaman o se presentan en su redacción preguntando por cualquiera de los que firma y da igual que sea para ofrecer matrimonio que un billete de lotería premiado, porque allí sólo está el que cobra. El problema es que nuestras instituciones parece que no se han enterado, o no se quieren enterar, y siguen alimentando con publicidad el engendro.
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