Desde que pasó de moda la falda-pantalón parece que estamos de vuelta de las extrañas mezclas, y por eso ya tampoco se practica la merienda-cena. Así que a ver cómo nos tomamos el nuevo negocio que va a abrir en la calle Cantareros, que para explicarlo hay que tomarse un tiempo: va a ser restaurante pero también peluquería pero también carnicería. Tendrá más cabida que en ningún sitio aquel chiste de «¡Camarero, que mi flan tiene un pelo!», a lo que el camarero responde: «Claro, es de huevo».
Lo más leído